Nuestra calidad de vida está íntimamente relacionada con los alimentos que comemos y cómo y dónde los cocinamos.
Me gusta cocinar y como vegetariana que soy estoy más tiempo en la cocina que aquellas personas amantes de la comida rápida. En Argentina, he vivido la mayor parte de mi vida adulta en sitios que yo he construido, siempre he puesto especial atención al diseño de la cocina, con buena ventilación, en lo posible cruzada con un solo artefacto eléctrico, la nevera (frigorífico o heladera) y el artefacto para cocinar con su horno incorporado y funcionando a gas con su ventilación propia.
Llegada a Barcelona, a la modernidad y alquilando piso, me encontré con unas cocinas más o menos bonitas (ya me mudé cuatro veces), con sus electrodomésticos y unas con más ventilación que otras. En un piso con una cocina mediana, sin ventana, con sólo una puerta por la que se salía a la terraza la pasé muy mal. En invierno ventilar la cocina y cocinar al mismo tiempo era imposible. Al rato de cocinar me sentía, sin fuerzas y mareada, así fue como me puse a investigar el porqué de ese intenso malestar que en Argentina nunca me había sucedido.
Actualmente, en España, la mayoría de las cocinas más modernas, tienen casi todos los artefactos que funcionan eléctricamente, algunos todo el día como la nevera, otros en períodos más cortos como la placa de cocina, el extractor de cocina, el horno eléctrico, el lavavajilla, el microondas, extractores de zumos, batidoras y otros pequeños electrodomésticos; si además no tienen un lavadero para la caldera, la lavadora y el secarropa fuera del espacio para cocinar, tenemos que sumar estos aparatos a los descriptos anteriormente.
Si hay una persona en casa que se está recuperando de una enfermedad o tiene el sistema inmune bajo, es conveniente poner especial atención en la cocina para que su salud no se deteriore.
* Al terminar la nota podrán encontrar cuales son los factores de riesgo de los campos eléctricos y los campos electromagnéticos presentes en nuestra cocina y en nuestra casa.
Si analizamos algunos aparatos por separado observaremos que su efecto sobre nuestra salud es preocupante, actuando todos juntos es mayor aún.
Los artefactos más comunes en las cocinas:
• La placa de cocina:
Las primeras cocinas eléctricas eran simples resistencias eléctricas alojadas en un bloque de hierro forjado que transferían el calor a las cacerolas por contacto directo.
Luego llegaron las placas de cocina de vitrocerámicas, su uso se ha extendido por su facilidad de limpieza, son más rápidas en calentar que las anteriores.
En las cocinas eléctricas de resistencias y vitrocerámicas los campos electromagnéticos se encuentran en el interior de sus resistencias pero igualmente que la nevera, o cualquier electrodoméstico de nuestra casa, la cocina eléctrica carga el ambiente con iones positivos.
Cuando el aire tiene una carga excesiva de iones positivos adquiere efectos perturbadores que afectan a la salud y al estado anímico de las personas y por el contrario, cuando la carga es de iones negativos se favorece el relax, el equilibrio y el funcionamiento armónico.
• Las placas de cocina de inducción
Calientan directamente las cacerolas mediante un campo electromagnético en vez de calentar mediante calor radiante por el uso de resistencias. Estas cocinas utilizan un campo magnético alternante que magnetiza el material ferromagnético del recipiente en el que vamos a cocinar en un sentido y en otro. Este proceso tiene menos pérdidas de energía, el material se agita magnéticamente, la energía absorbida se desprende en forma de calor, calentando el recipiente. Los recipientes deben contener un material ferromagnético al menos en la base. Además detecta gracias a un sistema de sensores si hay o no recipiente sobre su superficie.
Aunque su coste es alto y hay que tener una vajilla especial, la rapidez de la cocción, ahorro de energía y por lo tanto menor gasto eléctrico a difundido su uso.
El problema está en que la radiación electromagnética de estas placas es altamente peligrosa para la salud. Estudios realizados por el estudio suizo Exposureof the Human Body to Professional and Domestic Induction Cooktops publicado en la revista científica BioElectroMagnetic , nos dice que los investigadores después de examinar 16 cocinas de inducciones confirman que los niveles de campos electromagnéticos a lo que se expone el feto de las embarazadas cocinando con placas de inducción puede producirle daños neuronales al futuro bebe, por esa razón en el mismo estudio exprimen sus inquietudes al respecto de la salud y el uso de estos electrodomésticos.
Para más información ver: http://blog.bioelectrica.es/placas-de-induccion-y-salud/
La intensidad de los campos electromagnéticos disminuye rápidamente al aumentar la distancia con la fuente emisora. Tras mediciones y estudios de expertos, se ha demostrado que estar a menos de 30 centímetros de la hornalla encendida o del teléfono inalámbrico (que muchas veces lo tenemos también en la cocina), produce daños para la salud, más aún si el uso es continuo. En caso de tener que cocinar ocasionalmente en una placa de inducción, se recomienda usar las hornallas traseras, las que se encuentran lo más lejos posible de la persona que cocina.
• El horno microondas
El microondas se ha convertido en imprescindible, está tan incorporado a la vida diaria y desde hace tanto tiempo que poca gente sabe que puede afectar a su salud, tanto por la contaminación electromagnética como por la eliminación de nutrientes en los alimentos que cocinamos en él. Este electrodoméstico tiene un efecto desvitalizante y antinutritivo en los alimentos debilitando nuestro organismo y dañando nuestra salud.
Los alimentos se calientan por radiación electromagnética emitiendo ondas que hacen vibrar las moléculas de agua de los alimentos motivando una fricción que genera calor. Trabaja de forma inversa al horno tradicional, es decir, cocina los alimentos de dentro a fuera. En cuanto a la eliminación de nutrientes, por ejemplo el ácido fólico (importante para la formación de sangre) desaparece cinco veces más rápido; las vitaminas B1, B6 y C se pierden; forma una gran cantidad de radicales libres; altera la estructura protéica de los alimentos; daña bruscamente las paredes de las verduras y frutas.
Se ha convertido en costumbre usar el microondas para calentar el agua con la leche directamente en el recipiente donde tomaremos nuestra bebida. La leche pierde sus propiedades alimenticias.
A pesar de que tienen una puerta blindada para evitar que salgan radiaciones al exterior, lo cierto es que casi todos tienen fugas porque es imposible retener semejante magnitud de radiaciones y los niveles de emisión a menos de 1 metro de distancia son muy elevados. Lo ideal es utilizar métodos convencionales para calentar la comida.
Recomendaciones para soportar una cocina con muchos electrodomésticos:
Cuando al rato de cocinar comienzan a sentir algunos síntomas como picor en los ojos, debilidad y a veces dolor de cabeza es que la ionización positiva producida por la contaminación eléctrica es alta. Algunas recomendaciones para sobrellevarlo
• La distancia
La intensidad de los campos electromagnéticos disminuye rápidamente al aumentar la distancia a ellos, es aconsejable aumentar la distancia entre el cuerpo y los distintos aparatos. Al cocinar en la placa de cocina recibimos una radiación a la altura de la cintura, las cocciones largas mejor hacerlas en los focos trasero.
En el caso de tener el teléfono móvil o el inalámbrico en la cocina se aconseja tenerlos a más de 50 centímetros del sitio donde estamos trabajando.
• Alternar el uso de los aparatos
Cuando tenemos que atender la cocción de los alimentos en la placa de cocina tratar de que no funcionen al mismo tiempo la lavadora, la máquina de hacer el pan y sobre todo reducir el funcionamiento del horno eléctrico si se encuentra bajo la placa de cocina.
• La ventilación
Aunque haga frio abrir la ventana y la puerta para en lo posible fomentar la ventilación cruzada y que se movilice el aire.
• Si es posible hacer cambios en nuestra vivienda para eliminar algunas fuentes de emisión:
1. Eliminar la placa de inducción (muy importante)
2. Eliminar el microondas (muy importante)
3. Trasladar el horno eléctrico que se encuentra bajo la placa de cocina a un sitio independiente.
4. Preferir una cocina con lavadero independiente donde funcionen sin molestarnos mientras cocinamos la caldera, la lavadora y la secadora.
5. Volver a la cocina de gas con ventilación propia.
6. Usar el lavavajilla cuando no se use la cocina.
7.Usar el extractor de humos lo menos posible
* Veamos cuales son los factores de riesgo de los campos eléctricos y los campos electromagnéticos presentes en nuestra cocina y en nuestra casa:
• Los campos electromagnéticos de baja frecuencia: red eléctrica, pequeños y grandes electrodomésticos (lavadoras, frigoríficos, cocinas y hornos eléctricos, calderas de gas), transformadores de aparatos eléctricos.
• Los campos electromagnéticos de alta frecuencia: hornos microondas, teléfonos inalámbricos DECT, routers WiFi, WiMax, Bluetooth, radar, teléfonos móviles, antenas de telefonía móvil, antenas emisoras de televisión digital terrestre TDT, repetidores de televisión.
• Los campos eléctricos continuos o electrostática: moquetas, cortinas, textiles y papeles pintados de materia sintética, lacas o revestimientos, entre otros.
• Los campos magnéticos continuos o magnetostática: piezas metálicas de camas, colchones, muebles, equipos eléctricos o electrónicos, vigas y otros elementos ferromagnéticos empleados en la construcción.
Cómo actúan:
• Un campo eléctrico existe aunque no haya corriente. Todo aparato conectado, aunque no esté encendido, genera un campo eléctrico en el aire que lo rodea que es proporcional a la tensión de la fuente a la que está conectado. Los campos eléctricos se debilitan con la distancia al foco emisor. Algunos materiales como la madera o el metal apantallan sus efectos.
Las paredes, los edificios y los árboles reducen la intensidad de los campos eléctricos de las líneas de conducción eléctrica situadas en el exterior de las casas. Cuando las líneas de conducción eléctrica están enterradas en el suelo, los campos eléctricos que generan casi no pueden detectarse en la superficie.
•Los campos magnéticos sólo aparecen cuando se pone en marcha un aparato eléctrico y fluye la corriente. Todo aparato conectado a una red eléctrica generará en torno suyo, si está encendido y circula la corriente, un campo magnético.
Al igual que los campos eléctricos, los campos magnéticos son más intensos en los puntos cercanos a su origen y su intensidad disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia a la fuente. Los materiales comunes, como las paredes de los edificios, no bloquean los campos magnéticos.
Si analizamos algunos aparatos por separado observaremos que su efecto sobre nuestra salud es preocupante, actuando todos juntos es mayor aún.
Me despido hasta las próximas notas, seguiremos con la cocina: los alimentos y el menaje de cocina. Saludos para tod@s y deseando larga vida para la cocina a gas que tan bien nos acompañó durante tantos años.
Para más información:
http://www.electromagneticos.es/pages.php?pageid=14
http://blog.bioelectrica.es/placas-de-induccion-y-salud/
http://www.vivosano.org/es_ES/Informaci%C3%B3n-para-tu-salud/Entorno-y-Medio-ambiente/Contaminacion-Electromagnetica/Electrodomesticos-y-otros-focos-de-radiacion.aspx
Campos electromagnéticos
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