Salud en nuestra casa 2 – La cocina

mujer cocinando   Nuestra calidad de vida está íntimamente relacionada con los alimentos que comemos y cómo y dónde los cocinamos.
Me gusta cocinar y como vegetariana que soy estoy más tiempo en la cocina que aquellas personas amantes de la comida rápida. En Argentina, he vivido la mayor parte de mi vida adulta en sitios que yo he construido, siempre he puesto especial atención al diseño de la cocina, con buena ventilación, en lo posible cruzada con un solo artefacto eléctrico, la nevera (frigorífico o heladera) y el artefacto para cocinar con su horno incorporado y funcionando a gas con su ventilación propia.

Llegada a Barcelona, a la modernidad y alquilando piso, me encontré con unas cocinas más o menos bonitas (ya me mudé cuatro veces), con sus electrodomésticos y unas con más ventilación que otras. En un piso con una cocina mediana, sin ventana, con sólo una puerta por la que se salía a la terraza la pasé muy mal. En invierno ventilar la cocina y cocinar al mismo tiempo era imposible. Al rato de cocinar me sentía, sin fuerzas y mareada, así fue como me puse a investigar el porqué de ese intenso malestar que en Argentina nunca me había sucedido.

Actualmente, en España, la mayoría de las cocinas más modernas, tienen casi todos los artefactos que funcionan eléctricamente, algunos todo el día como la nevera, otros en períodos más cortos como la placa de cocina, el extractor de cocina, el horno eléctrico, el lavavajilla, el microondas, extractores de zumos, batidoras y otros pequeños electrodomésticos; si además no tienen un lavadero para la caldera, la lavadora y el secarropa fuera del espacio para cocinar, tenemos que sumar estos aparatos a los descriptos anteriormente.

Si hay una persona en casa que se está recuperando de una enfermedad o tiene el sistema inmune bajo, es conveniente poner especial atención en la cocina para que su salud no se deteriore.

cocina sencilla

* Al terminar la nota podrán encontrar cuales son los factores de riesgo de los campos eléctricos y los campos electromagnéticos presentes en nuestra cocina y en nuestra casa.

Si analizamos algunos aparatos por separado observaremos que su efecto sobre nuestra salud es preocupante, actuando todos juntos es mayor aún.

Los artefactos más comunes en las cocinas:
• La placa de cocina:

Las primeras cocinas eléctricas eran simples resistencias eléctricas alojadas en un bloque de hierro forjado que transferían el calor a las cacerolas por contacto directo.

placa vitroceramicaLuego llegaron las placas de cocina de vitrocerámicas, su uso se ha extendido por su facilidad de limpieza, son más rápidas en calentar que las anteriores.

En las cocinas eléctricas de resistencias y vitrocerámicas los campos electromagnéticos se encuentran en el interior de sus resistencias pero igualmente que la nevera, o cualquier electrodoméstico de nuestra casa, la cocina eléctrica carga el ambiente con iones positivos.

Cuando el aire tiene una carga excesiva de iones positivos adquiere efectos perturbadores que afectan a la salud y al estado anímico de las personas y por el contrario, cuando la carga es de iones negativos se favorece el relax, el equilibrio y el funcionamiento armónico.

• Las placas de cocina de inducción

Calientan directamente las cacerolas mediante un campo electromagnético en vez de calentar mediante calor radiante por el uso de resistencias. Estas cocinas utilizan un campo magnético alternante que magnetiza el material ferromagnético del recipiente en el que vamos a cocinar en un sentido y en otro. Este proceso tiene menos pérdidas de energía, el material se agita magnéticamente, la energía absorbida se desprende en forma de calor, calentando el recipiente. Los recipientes deben contener un material ferromagnético al menos en la base. Además detecta gracias a un sistema de sensores si hay o no recipiente sobre su superficie.

Aunque su coste es alto y hay que tener una vajilla especial, la rapidez de la cocción, ahorro de energía y por lo tanto menor gasto eléctrico a difundido su uso.

El problema está en que la radiación electromagnética de estas placas es altamente peligrosa para la salud. Estudios realizados por el estudio suizo Exposureof the Human Body to Professional and Domestic Induction Cooktops publicado en la revista científica BioElectroMagnetic , nos dice que los investigadores después de examinar 16 cocinas de inducciones confirman que los niveles de campos electromagnéticos a lo que se expone el feto de las embarazadas cocinando con placas de inducción puede producirle daños neuronales al futuro bebe, por esa razón en el mismo estudio exprimen sus inquietudes al respecto de la salud y el uso de estos electrodomésticos.
Para más información ver: http://blog.bioelectrica.es/placas-de-induccion-y-salud/

La intensidad de los campos electromagnéticos disminuye rápidamente al aumentar la distancia con la fuente emisora. Tras mediciones y estudios de expertos, se ha demostrado que estar a menos de 30 centímetros de la hornalla encendida o del teléfono inalámbrico (que muchas veces lo tenemos también en la cocina), produce daños para la salud, más aún si el uso es continuo. En caso de tener que cocinar ocasionalmente en una placa de inducción, se recomienda usar las hornallas traseras, las que se encuentran lo más lejos posible de la persona que cocina.

Mediciones-de-los-campos-electromagneticos-de-las-placas-de-inducción-• El horno microondas

El microondas se ha convertido en imprescindible, está tan incorporado a la vida diaria y desde hace tanto tiempo que poca gente sabe que puede afectar a su salud, tanto por la contaminación electromagnética como por la eliminación de nutrientes en los alimentos que cocinamos en él. Este electrodoméstico tiene un efecto desvitalizante y antinutritivo en los alimentos debilitando nuestro organismo y dañando nuestra salud.

Los alimentos se calientan por radiación electromagnética emitiendo ondas que hacen vibrar las moléculas de agua de los alimentos motivando una fricción que genera calor. Trabaja de forma inversa al horno tradicional, es decir, cocina los alimentos de dentro a fuera. En cuanto a la eliminación de nutrientes, por ejemplo el ácido fólico (importante para la formación de sangre) desaparece cinco veces más rápido; las vitaminas B1, B6 y C se pierden; forma una gran cantidad de radicales libres; altera la estructura protéica de los alimentos; daña bruscamente las paredes de las verduras y frutas.

Se ha convertido en costumbre usar el microondas para calentar el agua con la leche directamente en el recipiente donde tomaremos nuestra bebida. La leche pierde sus propiedades alimenticias.

A pesar de que tienen una puerta blindada para evitar que salgan radiaciones al exterior, lo cierto es que casi todos tienen fugas porque es imposible retener semejante magnitud de radiaciones y los niveles de emisión a menos de 1 metro de distancia son muy elevados. Lo ideal es utilizar métodos convencionales para calentar la comida.
microondas

Recomendaciones para soportar una cocina con muchos electrodomésticos:

Cuando al rato de cocinar comienzan a sentir algunos síntomas como picor en los ojos, debilidad y a veces dolor de cabeza es que la ionización positiva producida por la contaminación eléctrica es alta. Algunas recomendaciones para sobrellevarlo

• La distancia

La intensidad de los campos electromagnéticos disminuye rápidamente al aumentar la distancia a ellos, es aconsejable aumentar la distancia entre el cuerpo y los distintos aparatos. Al cocinar en la placa de cocina recibimos una radiación a la altura de la cintura, las cocciones largas mejor hacerlas en los focos trasero.
En el caso de tener el teléfono móvil o el inalámbrico en la cocina se aconseja tenerlos a más de 50 centímetros del sitio donde estamos trabajando.

• Alternar el uso de los aparatos

Cuando tenemos que atender la cocción de los alimentos en la placa de cocina tratar de que no funcionen al mismo tiempo la lavadora, la máquina de hacer el pan y sobre todo reducir el funcionamiento del horno eléctrico si se encuentra bajo la placa de cocina.

• La ventilación

Aunque haga frio abrir la ventana y la puerta para en lo posible fomentar la ventilación cruzada y que se movilice el aire.

• Si es posible hacer cambios en nuestra vivienda para eliminar algunas fuentes de emisión:

1. Eliminar la placa de inducción (muy importante)
2. Eliminar el microondas (muy importante)
3. Trasladar el horno eléctrico que se encuentra bajo la placa de cocina a un sitio independiente.
4. Preferir una cocina con lavadero independiente donde funcionen sin molestarnos mientras cocinamos la caldera, la lavadora y la secadora.
5. Volver a la cocina de gas con ventilación propia.
6. Usar el lavavajilla cuando no se use la cocina.
7.Usar el extractor de humos lo menos posible

* Veamos cuales son los factores de riesgo de los campos eléctricos y los campos electromagnéticos presentes en nuestra cocina y en nuestra casa:

• Los campos electromagnéticos de baja frecuencia: red eléctrica, pequeños y grandes electrodomésticos (lavadoras, frigoríficos, cocinas y hornos eléctricos, calderas de gas), transformadores de aparatos eléctricos.
• Los campos electromagnéticos de alta frecuencia: hornos microondas, teléfonos inalámbricos DECT, routers WiFi, WiMax, Bluetooth, radar, teléfonos móviles, antenas de telefonía móvil, antenas emisoras de televisión digital terrestre TDT, repetidores de televisión.
• Los campos eléctricos continuos o electrostática: moquetas, cortinas, textiles y papeles pintados de materia sintética, lacas o revestimientos, entre otros.
• Los campos magnéticos continuos o magnetostática: piezas metálicas de camas, colchones, muebles, equipos eléctricos o electrónicos, vigas y otros elementos ferromagnéticos empleados en la construcción.

Cómo actúan:

• Un campo eléctrico existe aunque no haya corriente. Todo aparato conectado, aunque no esté encendido, genera un campo eléctrico en el aire que lo rodea que es proporcional a la tensión de la fuente a la que está conectado. Los campos eléctricos se debilitan con la distancia al foco emisor. Algunos materiales como la madera o el metal apantallan sus efectos.
Las paredes, los edificios y los árboles reducen la intensidad de los campos eléctricos de las líneas de conducción eléctrica situadas en el exterior de las casas. Cuando las líneas de conducción eléctrica están enterradas en el suelo, los campos eléctricos que generan casi no pueden detectarse en la superficie.

•Los campos magnéticos sólo aparecen cuando se pone en marcha un aparato eléctrico y fluye la corriente. Todo aparato conectado a una red eléctrica generará en torno suyo, si está encendido y circula la corriente, un campo magnético.
Al igual que los campos eléctricos, los campos magnéticos son más intensos en los puntos cercanos a su origen y su intensidad disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia a la fuente. Los materiales comunes, como las paredes de los edificios, no bloquean los campos magnéticos.

Si analizamos algunos aparatos por separado observaremos que su efecto sobre nuestra salud es preocupante, actuando todos juntos es mayor aún.

Me despido hasta las próximas notas, seguiremos con la cocina: los alimentos y el menaje de cocina. Saludos para tod@s y deseando larga vida para la cocina a gas que tan bien nos acompañó durante tantos años.

cocina vintagePara más información:

http://www.electromagneticos.es/pages.php?pageid=14
http://blog.bioelectrica.es/placas-de-induccion-y-salud/
http://www.vivosano.org/es_ES/Informaci%C3%B3n-para-tu-salud/Entorno-y-Medio-ambiente/Contaminacion-Electromagnetica/Electrodomesticos-y-otros-focos-de-radiacion.aspx

Campos electromagnéticos

Dormir en armonía

       Y finalmente he vuelto a dormir bien…..

He desatendido estos últimos meses el blog ya que decidimos mudarnos y fue una larga búsqueda hasta que encontramos un piso bastante confortable.

Ya instalados la primera noche dormí bien, como me sucedía antes, pensé que sería porque estaba muy cansada, pero no, el placer de dormir tranquila permanece.

Buscamos un nuevo piso porque el sitio donde vivíamos nos resultaba pequeño. Era lo único de aspecto agradable que habíamos encontrado en Barberà del Vallès.

Voy a explicarles cómo era aquel piso y cómo sus características se relacionan con el mal dormir, ya que el ejemplo puede ayudar a otras personas a entender algunas de las causas de que duerman mal.

El piso de Barberà, de construcción relativamente nueva ‒ya tiene 6 años‒, es estándar para clase media, en un nuevo barrio destinado principalmente a familias en crecimiento con niños pequeños. El diseño y la distribución de las habitaciones que proyectaron los arquitectos son buenos, pero los materiales no. Prima la apariencia y no la calidad. Aparentemente pisos, puertas y armarios son de madera de haya, pero no, todo es imitación: plástico veteado como si fuese madera. (Este truco reconoce implícitamente que la madera es mejor.) Los muros no son de ladrillo (o tocho como le dicen en algunos lugares) sino de paneles de yeso que se apoyan sobre una estructura reticular de perfiles de aluminio, sistema que se usa mucho actualmente por la rapidez de su montaje en obra. Por suerte la pintura no era de plástico impermeable, permitiendo así el paso del aire entre moléculas.

Consciente de los problemas que estos materiales causan a la salud, puse especial cuidado en contrarrestarlos mediante el amueblamiento del piso. Elegí muebles de madera, cortinas y cubrecamas de algodón y plantas, muchas plantas para absorber los iones positivos que provoca el exceso de superficies plásticas. (Ver más información en la nota https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/02/01/las-plantas-nuestras-amigas-filtros-vivos-del-aire/)

Pero no fue suficiente, en medio de la noche me despertaba sintiéndome como eléctrica, alterada. En un congreso de Bioarquitectura le pregunté a Mariano Bueno si esos muros con una retícula de perfiles de aluminio tan comunes en la construcción actual, afectan a la salud, me dijo que no, pero sólo si los perfiles de aluminio tenían descarga a tierra. No tenía a quien preguntar, pero deduje que lo más probable era que no la tuviera aquel edificio de construcción rápida (producto de los negocios fáciles de la burbuja inmobiliaria). Y porque, además, hay poca conciencia sobre los perjuicios a la salud que ocasiona el exceso de metales en los edificios. El problema no tenía solución.

También observé que había una excesiva contaminación electromagnética; por las noches nosotros apagábamos el modem, pero al menos 14 vecinos los mantenían permanentemente encendidos. Una potente antena telefónica a dos calles de nuestro piso multiplicaba la radiación en la zona. No dormía bien porque sufría un ataque electromagnético. (Más información en https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/05/31/contaminacion-quimica-y-electromagnetica-en-los-hogares/.

Convencer a los vecinos de un edificio grande de que apaguen el modem por las noches es muy difícil. Existe una solución: colocar pantallas que rechacen la contaminación electromagnética en ventanas y muros exteriores. No quisimos hacer esa inversión en un piso, aunque bonito, con tantos problemas para la salud y que, además, nos resultaba pequeño.

Así que nos fuimos y la solución de mudarnos fue acertada. Esta vez nos dimos tiempo para buscar con cuidado. Tuvimos que cambiar de ciudad, afrontar la mudanza con todo el trabajo y el gasto que implica. Pero valió la pena: ¡he vuelto a dormir!, y por las noches ya no me despierto sintiendo el cuerpo electrizado.

Dejé pasar un tiempo antes de escribir esta nota, para observarme. Ahora puedo decir que dormir bien, sin contaminaciones varias y respirando un aire más puro, es un regalo. Estoy tranquila, me agrada estar en el dormitorio, disfruto el despertar…

Para aumentar el confort en el dormir, les envío una lista de elementos que deberían tener en cuenta al amueblar un dormitorio:

  • Ubicación de la cama. Colocadla en un sitio protegido del cuarto, donde no la afecten ni las corrientes de aire ni las energéticas. Apoyad el cabezal de la cama contra una pared.

  • Los colores. Evitad los colores estridentes. Convienen los pastel o azul, verde y rosa claros.

  • Materiales. Para evitar la contaminación y reducir la producción de iones positivos, evitad los plásticos y derivados sintéticos. En lo posible, que muebles, cortinas, ropa de cama, pinturas y suelos sean de materiales naturales.

  • Alejar en lo posible el espacio de dormir de cables, tomacorrientes y aparatos eléctricos. Lo ideal es que estos elementos tampoco estén del otro lado de la pared donde está la cama, se transmite a través del muro. Apagar el modem y mantener el celular lejos de la mesa de noche.

  • Iluminación. Evitar las luces artificiales estridentes.

  • Cuidar la calidad del aire dando al cuarto una ventilación suficiente.

  • Mantener despejada la pared donde se apoya el cabezal de la cama, sin muebles, estantes con libros, espejos, cuadros u otros elementos que puedan alterar la tranquilidad.

  • Espejos. Para una mayor tranquilidad es aconsejable que no se vean en los dormitorios. Un buen lugar es detrás de una puerta del armario.

  • Cuadros, adornos. En lo posible que no estén ni frente ni atrás de la cama sino en otros sitios del cuarto. Elegid con cuidado los cuadros y adornos que distribuyan en el cuarto. Que transmitan tranquilidad y armonía.

Les deseo felices sueños y un despertar armonioso. Hasta la próxima

Vivir en casas sanas sin wifi

 

 

 

…. y la contaminación electromagnética

Estoy en un pueblo en el interior de Mallorca, la mayoría de sus casas son de piedra con paredes de 60 centímetros de espesor. En algunas calles, donde sólo transitan los coches de sus vecinos, los niños juegan y las señoras en sus sillas conversan y disfrutan del aire fresco y la brisa que corre cuando va cayendo el sol.

A este pueblo cercano a la montaña no llega el wifi; tampoco hay cableado para ADSL.

Experimentar nuevamente esta paz electromagnética es un gran descanso para mis neuronas, lo percibí al día siguiente de llegar pero preferí esperar una semana más para escribir esta nota y comprobar si continuaba la nueva sensación. Tengo la cabeza más despejada, a pesar del intenso calor la mente está libre. Me recuerda a lo que sentía cuando dejé de fumar, cuanto mi mente también se aclaró y amplió.

Los efectos de la contaminación electromagnética son contundentes, sólo por haber experimentando que falta puedo hablar con mayor convicción sobre este tema. En Barcelona vivo en una comunidad con cinco años de antigüedad donde aunque apagues tu conexión a ADSL durante las noches y cuando no la usas, si cliqueas «redes disponibles» descubres que casi quince usuarios la tienen siempre encendida. Las ondas electromagnéticas atiborran el espacio, te penetran día y noche sin descanso y tu cuerpo y tu mente se resienten y enferman. (Para mas información ver https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/05/31/contaminacion-quimica-y-electromagnetica-en-los-hogares)

Pensar que hay gobiernos que, creyendo que van a dar un servicio beneficioso para la comunidad, quieren instalar una conexión wifi en toda la ciudad. En Argentina, en la ciudad de Buenos Aires, hay parques públicos que son zona wifi. Espero que los pájaros, más sensibles que los seres humanos, se hayan ausentado a tiempo como se ha comprobado en otros sitios.

¿Habrá qué huir de los grandes centros urbanos y vivir en aldeas que, por su pequeñez, son poco rentables para las nuevas tecnologías que muchos quieren instalar? ¿Será esa la única manera de salvar nuestras neuronas? Parecería que, por el momento, irse de la ciudad es la única posibilidad. De modo que, si están pensando en mudarse, esta decisión puede ser digna de tener en cuenta.

Contaminación química y electromagnética en los hogares

En la nota  de Rosa Montero «Por qué  la mantequilla no se pone rancia» publicada en la Revista del País del domingo 29/05/11, menciona dos enfermedades que actualmente no están reconocidas por la OMS, la sensibilidad química y la electrohipersensibilidad. Entre el 18 y el 21 de mayo de 2011 se llevó a cabo en el Colegio de Arquitectos de Catalunya el Congreso de Bioarquitectura, con gran acierto y sensibilidad social sus organizadores invitaron a dos afectados de estas enfermedades.

Los testimonios de ambos fueron un contacto duro con esta realidad que muchos no quieren o no pueden ver. Hace 5 años Cristina Esteban trabajaba junto a otros 120 empleados en una oficina que fue reformada, a los tres días de colocados los nuevos pisos al entrar a trabajar sufrió graves trastornos respiratorios y gastrointestinales. A partir de ahí comenzó su largo periplo por hospitales, médicos, etcétera.

   Su vida ya no es vida, sólo puede comer productos ecológicos, no puede aspirar ningún perfume, su vida social está muy limitada, sólo al entrar a un sitio cerrado comienza a perder fuerzas, todas las personas que la rodean emiten las sustancias contaminantes que contienen los desodorantes y los perfumes, tuvo que reformar su casa. A pesar del tiempo transcurrido no puede volver a incorporarse a su trabajo, ha tratado de hacerlo pero a los 40 minutos de permanecer en el lugar nuevamente no podía respirar y la ingresaron rápidamente a la sala de urgencias del hospital cercano. Cristina con gran valentía concurrió al Congreso a sabiendas de que iba a estar una semana sin fuerzas, en cama, por las emisiones de los presentes en el Congreso, pero quería dar a conocer a los profesionales de la arquitectura lo que ellos pueden provocar en el las personas utilizando productos altamente contaminantes. También estaba muy preocupada por sus compañeros de trabajo que periódicamente tenían afecciones pulmonares y gastrointestinales con una sintomatología menos intensa pero lo suficientemente recurrentes como para demostrar que esas sustancias químicas permanecen mucho tiempo y que afectan a todas las personas que se encuentran en el lugar.

Oriol Badell afectado de electrohipersensibilidad concurrió al Congreso con protectores, los organizadores pidieron a los participantes que apagáramos todos los móviles y aparatos electromagnéticos en uso. Igualmente en el lugar quedaban emisiones. En el año 1996 Orioll vivía en un ático cuando comenzó a tener los primeros síntomas, en los áticos se concentran las emisiones propias de las antenas del edificio y la de los vecinos.

Luego de mucho andar ha logrado manejarse con su hipersensibilidad pero no puede ni estar cerca de un televisor, ni que hablar de usar móviles, ni WI-FI. Su vida cambió completamente, dada su facilidad para detectar sitios con emisiones electromagnéticas trabaja en  radioestecia.

Todos estamos expuestos a estas sustancias contaminantes, es difícil enfrentar a los medios de difusión masiva para que la gente use con más cuidados los móviles, el Wi- Fi, etcétera, etcétera. Inhalamos diariamente sustancias químicas innecesarias que se encuentran en los artículos de limpieza, no podemos escribir si no es en una computadora, todavía podemos comprar jabones en pan como los de antes, sin contaminantes, pero no podemos volver a escribir en nuestra vieja máquina de escribir, sin conexión eléctrica ni hondas electromagnéticas, no conseguiríamos los repuestos, tendremos que volver al cuaderno y al lápiz.

Las plantas, nuestras amigas

Las plantas, nuestras amigas, filtros vivos del aire

Auguste Renoir Flores en un jarrón, c. 1866

He vuelto a recibir en estos días información sobre la exposición “Jardines Impresionistas” en el Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid en Madrid. Los pintores de fines del siglo XIX, acordes al movimiento hortícola que se vivía en París, se enamoraron de las plantas y volcaron esa afición en sus cuadros. Me encantó ver la exposición virtual, más me hubiera gustado verla personalmente.

Esa alegría visual me dio ganas de escribir esta nota, un poco técnica, pero es bueno difundir algunos datos que den sustento a nuestras decisiones.

Para armonizar nuestra vivienda, empresa o comercio, las plantas, sin olvidarnos de las flores, son nuestras grandes aliadas. Hasta los muebles más simples y sin gracia cambian cuando hay plantas alrededor.

También mejoran la calidad del aire en la casa. Da un poco de trabajo atenderlas pero los buenos resultados obtenidos demuestran que vale la pena el esfuerzo. Poca pena, en realidad; más bien alegría. Sintetizo sus beneficios:

  • Purifican el aire, oxigenan el ambiente, regulan la temperatura y la humedad, consumen lo que es impuro y perjudicial en la atmósfera, en la tierra y en nuestro hábitat.
  • Las plantas de interior ayudan a limpiar de sustancias tóxicas el aire en nuestros hogares, lugares de trabajo, escuelas.
  • Producen efectos psicológicos: mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés, relajan y armonizan el ambiente. En las oficinas sus beneficios se reflejan en la reducción del ausentismo y el aumento de la productividad de los empleados.

Todas purifican el aire, pero estas grandes sanadoras no son todas iguales. Algunas plantas de interior, por ejemplo, absorben más productos tóxicos que otras.

El tóxico más abundante en el aire de los espacios interiores es hoy el formaldehido (*). Se encuentra en muchos materiales de construcción y también en productos de consumo cotidiano como bolsas de basura, toallas y pañuelos de papel, en telas, ropa antiarrugas, en la base de las alfombras, en adhesivos… Las cocinas de gas también liberan formaldehído. Otros volátiles tóxicos que también son absorbidos por las hojas de las plantas son el benceno, el xileno, el tricloroetileno.

Los beneficios de las plantas están relacionados con su tamaño, la cantidad de hojas y el número de plantas por habitación. Algunos textos dicen que el mínimo es de dos plantas cada 10 metros cuadrados, pero hay otras variables que también deben tenerse en cuenta, como la presencia de pinturas y revestimientos plásticos y, muy importante al elegirlas, las que les gusten más.

¿Cómo dar un toque fresco y de color en los sitios oscuros de la casa? Por ejemplo los recibidores de muchos pisos del Eixample de Barcelona. En estos casos podemos recurrir a imágenes pintadas o impresas e incluso no tenerle miedo a unas bonitas flores de seda o de papel.

Charles Courney Curran Flores de loto, 1888

(*) Ver más sobre Formaldehido en:

http://www.terra.org/articulos/art01205.html

http://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts111.html

http://toxtown.nlm.nih.gov/espanol/chemicals.php?id=47

El aire que respiramos

El aire que respiramos. ¿Por qué no lo mejoramos?, es fácil

La industrialización, las grandes concentraciones urbanas, la motorización y la falta de vegetación urbana son los principales causantes de la contaminación atmosférica. El aire es cada vez más insalubre en las ciudades.

Vista aérea de Barcelona

Actualmente la contaminación del aire en las ciudades de Barcelona y Madrid es un tema de debate en el gobierno nacional y en el autonómico de Barcelona, reflejado en la prensa de estos días. Más detalles sobre la contaminación en Barcelona (*)

Mejorar el aire en las ciudades es una gran batalla. Pero, ¿por qué no empezar por lo que tenemos más a mano: el aire en la casa o el piso donde vivimos?

Nuestras células se alimentan con el aire que respiramos, es algo aparentemente tan natural que lo usamos sin pensar. Los padres que se ocupan a conciencia de la salud de sus hijos cuidan los alimentos que consumen ‑vemos que cada día aumenta el consumo de alimentos ecológicos, pero no prestan igual atención a la calidad del aire que respiran.

La toxicidad del aire debida a un excesivo número de iones positivos causa estrés, enfermedades respiratorias, debilidad, insomnio y otras afecciones. Nos faltan los iones negativos, que son abundantes en paisajes abiertos, como el campo, la sierra, las montañas o la orilla del mar.

Los ambientes que habitamos están altamente cargados de estática, provocada por el uso de alfombras de material sintético; de pisos, revestimientos y muebles que parecen de madera pero son de plástico, de televisores, el aire acondicionado central, los tubos fluorescentes y los ordenadores. Todos ellos vuelven poco respirable el aire debido al exceso de iones positivos. La polución atmosférica también contribuye al empobrecimiento de una sana ionización.

Para proteger la calidad del aire en nuestras casas debemos estar atentos a todos esos elementos contaminantes, que se han vuelto tan habituales que no advertimos sus efectos perniciosos para la salud.

Mejoremos entonces el aire que nos alimenta, para lo cual disponemos de eficaces amigas que pueden ser nuestras aliadas: las plantas. Si las invitamos a que vengan a casa y se queden allí, con ellas entrarán los iones negativos de los que son grandes productoras. Al poco tiempo los ojos verán mejor, bronquios y pulmones se abrirán más, respiraremos mejor y nuestra salud quedará agradecida.

(*) http://www.ecologistasenaccion.org/article19576.html

http://www.ecoticias.com/co2/28044/

http://domosalud.blogspot.com/2009/01/contaminacin-atmosfrica-en-barcelona.html