Nuestra casa y la historia familiar

entrada casa infanciaLa vivienda familiar que compartimos en nuestra infancia y adolescencia de alguna forma está presente en la casa que habitamos actualmente ya sea en el recuerdo o en el uso de nuestros espacios cotidianos.
En narrativa o en films nos encontramos con imágenes recurrentes de la vivienda que habitaban los personajes de niños o de adolescentes. Generalmente estos espacios están relacionados a situaciones familiares vividas con intensidad.
Mi historia con las casas donde he vivido es larga, muchas mudanzas dentro y fuera de Buenos Aires y a otros países pero recuerdo con emoción momentos vividos en la casa de mi infancia, las fiestas en familia, los juegos compartidos, alegrías y tristezas. La necesidad de tener un espacio propio para mis objetos personales y juegos la he conservado y se ha transformado a lo largo de mi vida en el cuarto propio para trabajar, crear, meditar.

La casa materna

Cuando las personas pasan a la etapa adulta de sus vidas desde la vivienda familiar a la propia armando una nueva familia sin experiencias previas de vivir sol@ o compartiendo piso con amig@s, la presencia de la casa materna es más fuerte. En las consultas he encontrado familias que han reproducido lugares o usos de los espacios a los que están ligados emocionalmente desde su infancia.
Comencé a interesarme en la historia familiar en el uso de las viviendas cuando en las consultas observé usos de los espacios que no cuadraban con sus posibilidades. Al no haber una explicación actual a esta circunstancia comencé a preguntar a sus habitantes en que viviendas habían vivido anteriormente. Me he llevado algunas sorpresas al ver que reproducían situaciones aprendidas en la vivienda familiar.

Nuestra historia familiar en la vivienda actual

Cada familia es un mundo y sus viviendas responden a necesidades muy específicas, pero a modo de ejemplo contaré algunas experiencias.
Me consultó una mujer que vivía sola con sus dos hijos, se daba cuenta que algo no funcionaba bien en su casa y no sabía cómo resolverlo.
La vida familiar transcurría en un gran espacio único que formaban el comedor y la sala con la cocina cercana. Este espacio aunque tenía dimensiones apropiadas era fruto de malas remodelaciones de la vivienda y no tenía casi luz natural. La parte trasera de la vivienda próxima a un bonito patio tenía una galería vidriada bien asoleada. La mejor zona de la casa estaba muy desatendida, plantas sin cuidar y muebles en desuso. Puede decirse que no estaba habitada. familia-antigua-comiendo
Investigando sobre su historia relacionada a sus viviendas anteriores observamos que la casa donde vivió con su familia de origen era muy oscura. Todos los cuartos de la casa confluían en un patio interno que habían techado y lo usaban de comedor y lugar de reunión, la vida familiar transcurría en este espacio. Antes de formar esta nueva familia no había experimentado la sensación de disfrutar del sol, no sabía disfrutar del sol y sin darse cuenta reproducía ese lugar común y oscuro de su infancia.
En otra familia que estaba construyendo una nueva vivienda observé una postura contraria. Uno de los integrantes de la pareja quería armar un espacio para comer muy pequeño en una cocina amplia. En la consulta pudo recordar cómo era el comedor de su infancia, donde se sentía muy a gusto y ahora quería reproducirlo.

El comedor

En las viviendas de muchas familias he encontrado esta relación directa en el uso de la zona del comedor y los recuerdos y vivencias que están presentes en él.
Comedor familia grande Es la zona de la casa donde se reúne la familia por lo menos una vez al día, donde también se reúnen con la familia grande y amigos para festejar aniversarios y otros acontecimientos. En esta zona se tejen las relaciones familiares, se comparten o no expectativas, miedos y alegrías. La invasión de la televisión y la informática con el uso de los móviles ha mermado el diálogo pero se mantiene como zona de fuerte contenido emocional.
En las consultas he visitado a varias viviendas pequeñas en las que no hay relación entre el tamaño de las mesas del comedor y el espacio que las contiene. Estas mesas en muchos casos no responden a las necesidades del día a día de la familia, su tamaño es el adecuado para los momentos en los que hay una reunión grande con padres, hermanos, etcétera. Por lo general sus habitantes han vivido en casas más grandes con familias más numerosas donde la mesa del comedor tuvo una presencia física y emocional muy importante para ellos. Tratan de reproducir un espacio muy querido pero esa magia sólo se puede reproducir pocas veces al año y el resto del año es sólo incomodidad. Una mesa más pequeña que pueda agrandarse les ayudaría a disfrutar más del poco espacio que tienen.

Si en vuestra vivienda observan que algo no va bien, un ejercicio que les propongo es repasar vuestra historia para descubrir si esta anomalía responde a querer reproducir algún sitio donde han vivido con intensidad en otro momento y que no necesariamente necesitamos en este momento. También pueden encontrar otras situaciones beneficiosas para vuestro hábitat cotidiano, como en mi caso el del espacio propio. Encontrar dónde se originaron los espacios placenteros y necesarios para nosotros.

casa de barrio

Salud en nuestra casa 1 – El dormitorio

Hibiscus_india Un hábitat saludable beneficia a todos los habitantes de la casa, especialmente a los niños, los ancianos y los enfermos, los más débiles y sensibles. Pero cuando en ella uno de sus habitantes padece una enfermedad de larga duración o con una rehabilitación lenta, acondicionar las estancias para que disponga de un hábitat más saludable le ayudará a fortalecer su sistema inmunológico y acelerar su rehabilitación.
Escribo esta nota basándome tanto en mi experiencia profesional como terapeuta corporal y arquitecta, como en mi experiencia personal. En mi vida he transitado por varios episodios de enfermedades que me obligaron a estar en casa tiempos prolongados.

Hace poco, leí en “La Contra” de La Vanguardia del 5 de diciembre, al médico Jader Tolja en una entrevista de Ima Sanchís, “Los espacios que habitamos cambian nuestra psique”. Cuando le pregunta si hay investigaciones que avalen sus palabras, dice: “Si. Sabemos, por ejemplo, que si desde la habitación de un hospital se ven árboles y verde, la persona ingresada es dada de alta tres días antes que la que no ve verde”.
En casa, además de las buenas visuales, que podemos tener o no, podemos crear un entorno saludable acorde a las necesidades del enfermo y del grupo familiar que convive con él.

Cuidado de los espacios donde el enfermo permanece más tiempo: el dormitorio, el comedor, la estancia y la cocina.
Si la persona está todavía en el hospital podremos acondicionar más fácilmente la casa sin molestarlo. Empezando por el dormitorio, el sitio donde permanecerá la mayor parte del día.

El dormitorio

Sólo durmiendo permanecemos en el dormitorio 8 horas diarias, si estamos enfermos este tiempo por lo menos se duplica. Es muy importante poner atención en la cama, el colchón y la ropa de cama.

Elementos a tener en cuenta:

• Iluminación y ventilación.

Sol y aire suficiente son la primera condición para tener un hábitat saludable. Como dice el refrán “Donde entra el Sol no entra el médico”. La luz del día es estimulante y da alegría. En cuanto a la iluminación artificial, evitar las luces estridentes. Ver https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/02/09/el-sol-gran-sanador-de-los-edificios/

• Las plantas en el dormitorio. ???????????????????????

Si desde la habitación no vemos árboles y aunque los veamos, siempre es saludable tener el verde dentro. Existe el mito de que las plantas consumen gran parte del oxígeno que necesitamos cuando dormimos. Todo depende de la cantidad de plantas, si dormimos en un invernadero estaremos un poco molestos pero dos o tres plantas no son problema y al contrario, mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés, relajan, regalan humedad al aire y armonizan el ambiente. Ver: https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/02/01/las-plantas-nuestras-amigas-filtros-vivos-del-aire/

• Los colores.

Si el cuarto tiene colores intensos, estridentes u oscuros será necesario cambiarlos, es conveniente que no haya elementos irritantes o depresivos. Los colores pastel en muros, verdes suaves en cubrecamas con algún toque alegre y con flores en cojines y almohadas son una opción. Los colores producen vibraciones acordes a la intensidad del color, cuidar también los colores de las sábanas y de la ropa que esté en contacto con la piel, elegir colores neutros. Si debemos pintar, usar pinturas ecológicas naturales. Ver también: https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/06/16/los-colores-y-la-armonia-en-nuestra-vivienda/

Elementos que pueden perturbar el descanso.

  • Cuadros estridentes, objetos agresivos o con historias complicadas.

Las imágenes que nos trasladen a espacios naturales son tranquilas y sanadores. De ser posible retirar las bibliotecas, el escritorio y otros elementos de trabajo para no sumar preocupaciones. Dejar en la mesa de noche sólo algún libro o revista en uso.

  • Móviles, tablets y portátiles.

Comunicarnos con amigos y seres queridos alegra la recuperación, pero hay que tomar ciertas precauciones, la contaminación electromagnética nos debilita y baja el sistema inmune. Los portátiles usarlos siempre apoyados sobre una mesa, evitar usarlo en la cama apoyado sobre nuestras piernas y no usarlo cuando está conectado a la red eléctrica. Los móviles (celulares en Argentina), estos buenos compañeros, nos debilitan y su proximidad perturba nuestro sueño, no tenerlos en la mesa de noche. Existen fundas que nos protegen de las radiaciones, yo uso de la marca E Wall, es la única que encontré, a veces se pueden conseguir en España por internet, sino a través de la empresa Purenature que los envía desde Alemania. ¡Ah y no olvidarse de apagar el Wifi cuando no lo estamos usando! En mi experiencia personal estos cuidados me ayudan mucho en el día a día. Respecto a los tablets, que son tan prácticos, no los uso, posiblemente se puedan usar con una tela aislante pegada a la cara inferior, pero no es tan fácil de conseguir. Ver también: https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/05/31/contaminacion-quimica-y-electromagnetica-en-los-hogares/

  • La televisión.

Según los programas que elijamos la televisión puede ser no sólo un entretenimiento sino una conexión con el Mundo y el aprendizaje. ¿Qué pasa con una persona enferma que tiene el televisor frente a su cama? En los sanatorios si la familia lo pide el televisor lo pueden conectar todo el día. Esa ininterrumpida emisión de mensajes, sonidos y ondas electromagnéticas cansan al organismo y dificultan su recuperación. Una buena opción cuando la persona ya puede caminar es que se traslade a otra habitación y permanezca en ella cómodamente sentado un tiempo acotado.

  • La cama.

foto señor enfermoEvitar las camas metálicas, actúan como amplificadoras de cualquier perturbación eléctrica. El metal, buen conductor eléctrico, nos descarga durante la noche, y tiende a debilitarnos. También atrae la radiación electromagnética del ambiente, y nos causa más tensión durante la noche. Una buena opción es la madera maciza: no nos descarga como el metal y nos ayuda a despertamos con más energía y más relajados.
Colocar la cama en un sitio protegido del cuarto, donde no lo afecten ni las corrientes de aire ni las energéticas. Apoyar el cabezal de la cama contra una pared.
De ser posible alejar el espacio de dormir de cables, tomacorrientes y aparatos eléctricos. Lo ideal es que esos elementos tampoco estén del otro lado de la pared donde está la cama, como la encimera de la cocina o todos los aparatos de música y la TV de la zona de estar. No tener un despertador eléctrico en la mesa de noche.
Evitar también apoyar la cama contra una pared lindera a la zona de descargas del baño.

  • Camas y somieres eléctricos.

En lo posible evitarlos, ya que además de elementos metálicos cuentan con una conexión eléctrica directa. Se puede optar por usar almohadas y cojines para facilitar las posturas deseadas.

También podemos encontrar más información en estas notas anteriores: https://habitarenarmonia.wordpress.com/2012/08/27/dormir-en-armonia/

Salud en la habitación de los niños


Respiramos no sólo por la nariz sino a través de la piel de todo nuestro cuerpo. La noche es el momento en el que nuestro organismo trabaja para nuestra curación, es conveniente utilizar para el colchón y la ropa de cama materiales naturales que faciliten este trabajo en nuestro organismo.

  • El colchón.

La mayoría de los colchones que utilizamos incluyen telas y espumas sintéticas, poliéster, telas con propiedades elásticas, espuma de poliuretano, y han sido tratados químicamente. Los colchones con muelles metálicos, los que más se usan en España, producen el mismo efecto que el descripto para las camas metálicas. Lo más aconsejable para un dormir saludable, son los colchones de látex natural que es un material renovable, transpirable, biodegradable y con propiedades antibacterianas y antifúngicas. También hay otros colchones que combinan capas de lana o algodón y látex. Los colchones naturales o ecológicos llevan fundas de algodón u otras fibras naturales.

  • Ropa de cama.

Las sábanas están en contacto directo con el cuerpo, es conveniente usar las de algodón orgánico u otro material natural como el bambú, al igual que para las fundas de las almohadas y cojines. Si en la etiqueta de las sábanas de algodón dice que no se arrugan es porque están tratadas químicamente, las telas de algodón se arrugan. Los materiales más comunes para las mantas y edredones son fibras con altos porcentajes de poliéster o acrílicos. Para una opción más natural podemos encontrar de algodón, lana o edredones de pluma con funda de algodón.
Otros aspectos a tener en cuenta:

Liberar nuestra casa de tóxicos

Los productos de limpieza contienen tóxicos que debilitan nuestro organismo. La cocina y el lavadero, lugar donde se almacenan, son sitios peligrosos, pero su acción se extiende a todos los rincones de la casa, a la ropa que usamos, al aire que respiramos. Una práctica saludable y con buenos resultados, es usar productos biológicos, jabones comunes sin aditivos o en escamas para la lavadora, bicarbonato de sodio, vinagre, limón, los productos comunes que usaban nuestras abuelas.

  • Higiene personal.

Lo mismo sucede con los productos para la higiene personal, tienen aditivos, perfumes y componentes tóxicos que es conveniente no utilizar. En el mercado existen productos biológicos y jabones neutros.

  • La ropa que usamos

Optar por telas fabricadas con productos naturales, algodón, bambú, lana, lino u otros. Las telas con acrílicos, polyester y otros productos químicos no permiten que nuestra piel respire libremente. Poner especial atención en el material de los camisones o pijamas.

En una próxima nota continuaré con los alimentos y las otras habitaciones de la casa.

Para más información pueden ver estos links:
http://www.terra.org/categorias/articulos/pinturas-ecologicas-en-espana
http://www.geoambiental.com.ar/cem.htm

Inicio

Haz clic para acceder a consumiendo-qu-mica.pdf

http://mejorconsalud.com/como-limpiar-la-casa-sin-usar-productos-quimicos/
http://www.ecologistasenaccion.es/article11731.html

Sol agua tierra

Nuestra casa y las emociones 4 – Cuando los hijos se van

El nido que se vacía.

familia con hijo adulto

Antiguamente las familias vivían en la misma casa desde que se casaban hasta que morían con los mismos muebles y el mismo uso. Actualmente hay más movilidad, las familias aceptan mudarse con más facilidad o hacer cambios en sus viviendas. A pesar de que en España en este momento mucha gente debe permanecer en el mismo lugar aunque la familia cambie atrapada por las hipotecas, hay más aceptación a realizar cambios dentro de ella acordes a las necesidades actuales.

Las familias con hijos, mientras estos crecen, experimentan cambios continuos en las necesidades de sus casas y en la mayoría de los casos responden a estas nuevas necesidades, realizando cambios acordes a los nuevos tiempos. Cuando los hijos ya grandes deciden irse, poco a poco los cuartos que ocupaban ya no se usan. En algunos casos estos cuartos quedan como fijados en el tiempo, tal cual como eran cuando se usaban antes, son cuartos museo de una época pasada.

Dormitorio  de una joven      En otras casas, en los cuartos ya en desuso, apilados o en desorden, queda todo lo que los hijos no se han querido llevar ni tirar, objetos de cuando eran niños y adolescentes están ahí como un recordatorio de lo que hacían, como marcando la presencia de los que ya no están.

El cambio es grande cuando los hijos no están, ya no hay ruidos, música fuerte ni un trajinar continuo en las horas de las comidas o las partidas para el trabajo o los estudios. Estos son momentos de fuertes cambios y en muchos casos los padres los viven con dolor, hasta tiene un nombre el llamado “Síndrome del nido vacío”.                       

Las parejas o uno de los miembros de la pareja que viven en la casa, transitan este gran cambio según su historia y su capacidad de adaptación a las nuevas situaciones a las que les afronta la vida. En algunos casos al irse los hijos cobra fuerza la falta de comunicación en la pareja y pueden llegar a separarse. En las familias donde queda una persona sola a veces el vacío se siente con más intensidad, se angustian ante tanto silencio y reaparecen conflictos que el trajín diario ocultaba. Por el contrario, otras parejas comienzan una nueva etapa de profundización de la relación, de retomar el diálogo y disfrutar la de la mutua compañía y las personas solas emprenden un nuevo camino de autoconocimiento y disfrute de la soledad.

hombre-que-teje        mujer meditando

He realizado consultas en familias que estaban transitando esta etapa, me llamaban por motivos que no necesariamente mostraban en una primera mirada el problema central. Primero trabajábamos cómo agrandar un cuarto, tirar una pared u otro tema similar. A lo largo de la consulta iba apareciendo el no saber qué hacer con la casa habitada a medias y con las necesidades de los habitantes actuales.

También he observado que en muchos casos, los hijos tampoco quieren irse totalmente, quieren conservar la unión a ese sitio donde pasaron gran parte de su vida y dejan y dejan trastos convirtiendo amplias zonas de la casa en depósitos que nadie puede usar.

desvan

Estos depósitos son la parte difícil de la casa, los cuartos que no se usan pierden vida. Una casa armoniosa necesita estar activa en su totalidad, que cada día se levanten las persianas, que entre la luz, el aire, que se respire, se circule, se use desarrollando alguna actividad.

A veces es difícil para todos afrontar el cambio. En algunos casos hemos trabajado con la familia en su conjunto, como por ejemplo, con el que se fue, el que se está yendo y él/la o los padres. Viendo las necesidades y fantasías de cada miembro de la familia. En este trabajo, los hijos fueron tomando conciencia de sus dificultades para irse totalmente de su casa y de su cuarto de la infancia /adolescencia/juventud y de tener que resolver que objetos quiere conservar en su vida actual. Él/la o los padres han podido expresar sus deseos de años, y descubrir su posibilidad actual. En muchos casos las necesidades que descubren siempre estuvieron ahí, pero no las veían con claridad.

Esta nueva mirada de la casa ya con las necesidades de los habitantes actuales, se fue materializando después de la o las consultas, en un taller de artesanías o de carpintería que siempre quisieron tener y no había un sitio adecuado para instalarlo, en ampliar el dormitorio o la estancia, en tener por fin un escritorio privado y no dejar de escribir o estudiar en un rincón de la estancia, trasladar su lugar de trabajo, la oficina o los consultorios a la casa y muchos otros usos propios de cada individuo.

Cuarto con dibujos

Como suele decirse, “cada casa es un mundo” y las soluciones ante los cambios son diferentes para cada familia, pero lo que sí es común para muchos es que trabajando entre todos la nueva situación y respetando las necesidades de cada uno, la casa puede recuperar su vitalidad y su armonía.

taller artesañias              oficina en casa

Parir en casa – Nuestra casa y las emociones 3

Llega el bebé

bebe-recien-nacidoActualmente está creciendo el número de parejas que eligen el parto domiciliario para recibir a su bebé. Su casa es un lugar donde se sienten seguros, es menos traumático integrar al nuevo hijo si ya tienen otros niños y con la asistencia adecuada es más fácil llevar adelante un parto respetuoso.

Hasta fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la mayoría de los partos se hacían en casa, asistidos por una comadrona y las mujeres de la familia. Los niños y los hombres escuchaban los gemidos y veían el trajinar de las mujeres con los cubos de agua. El nacer y el morir no se excluía de lo cotidiano, eran algo natural, como la vida misma.

La mortalidad materna y neonatal comenzó a disminuir cuando los partos se atendían ya mayoritariamente en los hospitales y se tomó como cierto que esto se debía a la asepsia de estos establecimientos.

Pero estudios posteriores observaron que las mejoras en la salud de toda la población en los países desarrollados a partir de finales del siglo XIX, se debía principalmente a las mejoras sociales y económicas y a la difusión de medidas higiénicas y sanitarias (agua potable, cloacas), tanto en las viviendas como en los hospitales.

En Holanda no se perdió esta costumbre de parir en casa y el Estado apoya esta modalidad dando atención y cuidado hospitalario a todos por igual.

Un equipo de investigadores holandeses han realizado un estudio sobre partos domiciliarios a nivel nacional. Simone Buitendijk, una de las autoras del estudio y jefa del programa de salud infantil de la Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada (TNO), en Leiden, dijo: “En Holanda, alrededor del 30% de mujeres da a luz en casa. […] En nuestra investigación estudiamos más de medio millón de mujeres en atención primaria y comparamos los partos en casa planificados con los partos en hospital planificados. […] Nuestra conclusión fue que las mujeres pueden elegir con seguridad dónde quieren dar a luz, siempre que el sistema de atención a la maternidad esté bien equipado para el parto domiciliario.”

En España no hay apoyo estatal como en Holanda, Alemania, Reino Unido y Canadá; el parto domiciliario es privado. Catalunya es una de las comunidades que cuenta con un mayor número de profesionales preparados y con una demanda en crecimiento.

Mujeres que han tenido a sus hijos en sus casas dicen que al estar en su ambiente familiar, cuidado y querido, las ha ayudado a sentirse más relajadas y al mismo tiempo más fuertes y seguras. Que tienen más libertad para moverse y expresarse. En los partos actuales, al vínculo histórico de la parturienta con la comadrona se le ha sumado la importante presencia activa y consciente del padre o la pareja.

Nuestra primera hija nació hace 38 años, tuvimos mucha suerte, una amiga nos contactó con la doctora Kamala Di Tella, recién llegada de Inglaterra a Buenos Aires que estaba muy decidida a promover el parto natural. Nos contó la experiencia europea del parto domiciliario y nos prestó el libro de Frederick Leboyer Por un nacimiento sin violencia, que acababa de publicarse. Encontramos el obstetra, la comadrona (en Argentina se dice partera) y el pediatra que nos ayudaron a tener unos partos magníficos pero en hospitales.

Un momento muy importante es dónde y cómo se realiza el trabajo de parto, por lo general en las primerizas el trabajo de parto es largo, de alrededor de 12 horas. El ambiente donde estemos durante ese largo tiempo influirá notablemente en nuestro estado anímico y en la preparación para el parto.parto_en_casa_

En mi caso fueron muy importantes las indicaciones de Kamala para el trabajo de parto, nos recomendó que estuviéramos el mayor tiempo posible en casa. Escuchar música, tomar baños relajantes y desplazarme por la casa con tranquilidad me ayudaron a sentirme mejor, a respirar y hacer ejercicios con naturalidad ante la llegada de cada contracción. En el primer parto el cambio al llegar al hospital fue brusco y estresante, las enfermeras no me dejaban tranquila, no entendían qué estaba haciendo al no quedarme acostada. Para el trabajo de parto con nuestra segunda hija nos quedamos más tiempo en casa, disfruté mucho la preparación y nuestra hija casi nace en el coche, llegamos a la clínica justo para parir.

Para los que decidan tener a sus hijos en casa, pues a preparar el lugar, acondicionarlo para que tod@s puedan estar cómod@s. Si la casa es pequeña buscad la forma de dejar la habitación elegida libre de muebles innecesarios, que haya sitio para poder desplazarse, hacer ejercicios, colocar una piscina inflable u otros elementos que el equipo de profesionales consideren adecuados para la ocasión. Y a su vez que la casa conserve su espíritu de siempre con los objetos queridos que les den a la familia seguridad y tranquilidad durante el trabajo de parto.

Para cerrar esta nota les dejo el link este video de un hermoso parto en casa, por ahora no lo puedo descargar, y a las que estén por parir les deseo que disfruten plenamente de esos momentos trascendentes y maravillosos en un ambiente armonioso y saludable

 http://www.youtube.com/watch?v=zvs2to2chG0

partera

Para más información sobre este tema:

http://www.migjorn.net

http://www.neixeracasa.com

http://www.elpartoesnuestro.es/relatos/historia-de-sole-hospital-tauli-de-sabadell

http://lanubedejulia.blogspot.com.es/2013/04/parto-natural-en-barcelona_9019.html#.Ud2HTm1heZQ

http://nacerencasa.jimdo.com/

http://titaniatasco.wordpress.com/

http://www.holistika.net/parto_natural/parto_fisiologico/la_atencion_al_parto_en_holanda.asp

http://www.crianzanatural.com/art/art110.html

Nuestra casa y las emociones 1 – La pareja

Nuestra casa y las emociones

La terapia del hábitat

 

En nuestra vivienda no siempre resulta fácil caminar al mismo ritmo que la vida. A veces nuestra historia personal y nuestras emociones, nos impiden responder con fluidez a las necesidades del grupo familiar.

En mi práctica como arquitecta y terapeuta del hábitat trabajo con las familias los aspectos arquitectónicos y de salud en el hábitat, unidos a los aspectos emocionales de las relaciones entre los miembros de la familia y el uso de los espacios.

Como dice el refrán “Cada casa es un mundo”, cada familia es única con su historia y sus particularidades. Pero existen situaciones comunes acordes a las diferentes etapas de la vida en la que se encuentra la familia a las que me referiré en una serie de notas.

Esta es la primera y se refiere al comienzo de la familia: la formación de la pareja. En las notas siguientes abordaré sucesivamente la llegada del primer hijo, los niños pequeños, la edad escolar, la adolescencia y cerrando el ciclo, la partida de los hijos ya jóvenes, la vuelta a la vida en pareja.

La formación de la pareja                   

Construir el nuevo nido                                                        

El comienzo de la pareja en una nueva casa es variado. A veces parten del “en tu casa o en la mía”, otras se instalan en una vivienda vacía a la cual llevan sus cosas, su historia y juntos van armando ese nuevo espacio donde desarrollarán su vida.

Esta etapa no siempre es fácil e idílica como muestran aquellos cuentos que leíamos en la infancia: “el príncipe y la princesa, se casaron…vivieron en el palacio…fueron felices…y comieron perdices…” En esta etapa inicial de la vida en común se generan tensiones, discusiones y hasta puede llegarse a rupturas de la pareja a pesar del amor que los une. Es difícil que dos personas compartan los mismos gustos y necesidades espaciales, arquitectónicas y de apego o no a los objetos que los rodean.

Respecto al uso de los espacios se suelen manifestarse conflictos latentes acerca del poder o el sometimiento de uno de los miembros de la pareja al otro. Los espacios de la casa no tienen todos la misma jerarquía o el mismo tamaño.

Encontrar el sitio adecuado para que cada uno sienta que no ha perdido su identidad lleva tiempo y un darse cuenta de lo que está pasando.

Cuándo la vivienda es pequeña, o es un estudio las cosas se complican mucho más aún. Hay que encontrar “los rincones” donde cada uno pueda identificarse con quien es donde está su historia y sus objetos que la materializan.

La ayuda que he podido proporcionar en estos casos ha sido una actitud de escuchar y acompañar a cada miembro de la pareja en un darse cuenta sobre lo que necesita para sentirse bien en ese nuevo espacio compartido. Esta experiencia me permite ahora enumerar algunos temas y formular sugerencias que pueden ser útiles para otras parejas.

  • Que cada uno pueda definir qué espacios quiere compartir y cuál desea como lugar propio, el que quiere conservar para sí.
  • Que esta nueva vivienda no necesariamente tiene que ser un “borrón y cuenta nueva”.
  • Que la historia anterior que ha vivido cada uno, antes de formar la pareja, está también presente y que hay que dejar que se manifieste en los objetos que quieren conservar porque son importantes para él o para ella (aunque al otro no le gusten).
  • Que el uso de la vivienda en pareja facilite el uso creativo de los espacios.
  • Que gestionar la convivencia no tiene por qué significar una pérdida de la identidad.

pareja con manzanaUna vez aclarados estos temas y otros que puedan ir surgiendo en cada pareja, les será mucho más fácil resolver los aspectos materiales y arquitectónicos necesarios para el funcionamiento de la vivienda. Y podrán así “Vivir felices comiendo perdices…” con comprensión y armonía.

Dormir en armonía

       Y finalmente he vuelto a dormir bien…..

He desatendido estos últimos meses el blog ya que decidimos mudarnos y fue una larga búsqueda hasta que encontramos un piso bastante confortable.

Ya instalados la primera noche dormí bien, como me sucedía antes, pensé que sería porque estaba muy cansada, pero no, el placer de dormir tranquila permanece.

Buscamos un nuevo piso porque el sitio donde vivíamos nos resultaba pequeño. Era lo único de aspecto agradable que habíamos encontrado en Barberà del Vallès.

Voy a explicarles cómo era aquel piso y cómo sus características se relacionan con el mal dormir, ya que el ejemplo puede ayudar a otras personas a entender algunas de las causas de que duerman mal.

El piso de Barberà, de construcción relativamente nueva ‒ya tiene 6 años‒, es estándar para clase media, en un nuevo barrio destinado principalmente a familias en crecimiento con niños pequeños. El diseño y la distribución de las habitaciones que proyectaron los arquitectos son buenos, pero los materiales no. Prima la apariencia y no la calidad. Aparentemente pisos, puertas y armarios son de madera de haya, pero no, todo es imitación: plástico veteado como si fuese madera. (Este truco reconoce implícitamente que la madera es mejor.) Los muros no son de ladrillo (o tocho como le dicen en algunos lugares) sino de paneles de yeso que se apoyan sobre una estructura reticular de perfiles de aluminio, sistema que se usa mucho actualmente por la rapidez de su montaje en obra. Por suerte la pintura no era de plástico impermeable, permitiendo así el paso del aire entre moléculas.

Consciente de los problemas que estos materiales causan a la salud, puse especial cuidado en contrarrestarlos mediante el amueblamiento del piso. Elegí muebles de madera, cortinas y cubrecamas de algodón y plantas, muchas plantas para absorber los iones positivos que provoca el exceso de superficies plásticas. (Ver más información en la nota https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/02/01/las-plantas-nuestras-amigas-filtros-vivos-del-aire/)

Pero no fue suficiente, en medio de la noche me despertaba sintiéndome como eléctrica, alterada. En un congreso de Bioarquitectura le pregunté a Mariano Bueno si esos muros con una retícula de perfiles de aluminio tan comunes en la construcción actual, afectan a la salud, me dijo que no, pero sólo si los perfiles de aluminio tenían descarga a tierra. No tenía a quien preguntar, pero deduje que lo más probable era que no la tuviera aquel edificio de construcción rápida (producto de los negocios fáciles de la burbuja inmobiliaria). Y porque, además, hay poca conciencia sobre los perjuicios a la salud que ocasiona el exceso de metales en los edificios. El problema no tenía solución.

También observé que había una excesiva contaminación electromagnética; por las noches nosotros apagábamos el modem, pero al menos 14 vecinos los mantenían permanentemente encendidos. Una potente antena telefónica a dos calles de nuestro piso multiplicaba la radiación en la zona. No dormía bien porque sufría un ataque electromagnético. (Más información en https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/05/31/contaminacion-quimica-y-electromagnetica-en-los-hogares/.

Convencer a los vecinos de un edificio grande de que apaguen el modem por las noches es muy difícil. Existe una solución: colocar pantallas que rechacen la contaminación electromagnética en ventanas y muros exteriores. No quisimos hacer esa inversión en un piso, aunque bonito, con tantos problemas para la salud y que, además, nos resultaba pequeño.

Así que nos fuimos y la solución de mudarnos fue acertada. Esta vez nos dimos tiempo para buscar con cuidado. Tuvimos que cambiar de ciudad, afrontar la mudanza con todo el trabajo y el gasto que implica. Pero valió la pena: ¡he vuelto a dormir!, y por las noches ya no me despierto sintiendo el cuerpo electrizado.

Dejé pasar un tiempo antes de escribir esta nota, para observarme. Ahora puedo decir que dormir bien, sin contaminaciones varias y respirando un aire más puro, es un regalo. Estoy tranquila, me agrada estar en el dormitorio, disfruto el despertar…

Para aumentar el confort en el dormir, les envío una lista de elementos que deberían tener en cuenta al amueblar un dormitorio:

  • Ubicación de la cama. Colocadla en un sitio protegido del cuarto, donde no la afecten ni las corrientes de aire ni las energéticas. Apoyad el cabezal de la cama contra una pared.

  • Los colores. Evitad los colores estridentes. Convienen los pastel o azul, verde y rosa claros.

  • Materiales. Para evitar la contaminación y reducir la producción de iones positivos, evitad los plásticos y derivados sintéticos. En lo posible, que muebles, cortinas, ropa de cama, pinturas y suelos sean de materiales naturales.

  • Alejar en lo posible el espacio de dormir de cables, tomacorrientes y aparatos eléctricos. Lo ideal es que estos elementos tampoco estén del otro lado de la pared donde está la cama, se transmite a través del muro. Apagar el modem y mantener el celular lejos de la mesa de noche.

  • Iluminación. Evitar las luces artificiales estridentes.

  • Cuidar la calidad del aire dando al cuarto una ventilación suficiente.

  • Mantener despejada la pared donde se apoya el cabezal de la cama, sin muebles, estantes con libros, espejos, cuadros u otros elementos que puedan alterar la tranquilidad.

  • Espejos. Para una mayor tranquilidad es aconsejable que no se vean en los dormitorios. Un buen lugar es detrás de una puerta del armario.

  • Cuadros, adornos. En lo posible que no estén ni frente ni atrás de la cama sino en otros sitios del cuarto. Elegid con cuidado los cuadros y adornos que distribuyan en el cuarto. Que transmitan tranquilidad y armonía.

Les deseo felices sueños y un despertar armonioso. Hasta la próxima

La peluquería en armonía

Nadine Labaki en Caramelo

 

 

….. relajarse y disfrutar

Fui a la peluquería de mi compañera Montse en Badalona y pasé una tarde muy agradable, disfrutando de ver ese grupo de mujeres, trabajando unas y muy a gusto otras al observar cómo se transformaban, ese nuevo semblante de mujeres guapas.

Se sentía la armonía del lugar. La calidad humana es la primera condición para que un espacio público o privado funcione en armonía. El buen trato, familiar y de toda la vida, convierte a esta peluquería en un lugar de referencia para las clientas. Saben que pueden confiar no sólo en la profesionalidad del trabajo de cortar, teñir y otros, sino que también las van a tratar bien y que cuidarán de ellas como persona.

Recordé el film Caramelo (2007) dirigido por Nadine Labaki, en el que también actúa. La historia transcurre en un salón de belleza de Beirut, cálido y acogedor, donde las mujeres comparten problemas cotidianos y se apoyan para hacer frente a su andar por la vida. Desconozco las historias que dan vueltas en este local de Badalona, pero en el poco tiempo que estuve escuché a una abuela contar cómo estaba su familia, a una mujer embarazada saludar con calidez a la dueña, con su niña que todo lo miraba con alegría.

En cuanto a lo estrictamente arquitectónico, puedo decir que su decoración, por no estar dentro de las corrientes minimalistas actuales con línea fashion y música de desfiles incluida, como es la moda en muchas peluquerías, crea un ambiente más confortable y tranquilo. El violeta de su fachada y el rosa morado del interior, sumado a un estilo clásico, son una buena combinación.

Para mejorar la calidad del aire Montse ha comenzado a poner plantas. Seguir por este camino ayudará no sólo a  que peluqueras y clientas respiren mejor: el aporte que brinda la naturaleza con sus tonos verdes acentuarán la armonía del lugar.

Foto de Nina Leen

Foto de Nina Leen

Nuestra casa en tiempos de crisis

     Y como sortearla…………

Nuestra vivienda nos preserva del frío y del calor, nos permite guardar nuestros alimentos, descansar y dormir, juntar fuerzas, desarrollarnos, crecer y estar en este mundo. Es una extensión material de nuestro cuerpo físico, emocional y espiritual. Muchas veces necesitamos que ella nos proteja y acune como una madre a su bebé.

En estos difíciles tiempos de crisis no podemos dejar de mencionar a las numerosas personas que han perdido sus viviendas, o temen perderlas, a causa de este perverso sistema que los dibujó como propietarios con compras de su piso con cuotas de alquiler pagaderas a 40 años y cuyos verdaderos dueños son los bancos.

Muchas familias que quedaron ligadas a la trampa de las hipotecas se dan cuenta que aunque la familia cambie, ya sea por separación de los cónyuges, crecimiento de los hijos o incorporación de un familiar, no pueden cambiar fácilmente de vivienda. No hay quien la quiera comprar y no se la pueden devolver a los bancos.

Un dato real para mucha gente es que por un tiempo (no sabemos cuán largo será) los propietarios y los que pagan hipotecas deberán permanecer en el lugar donde viven aunque las viviendas sean pequeñas o no respondan a sus nuevas necesidades.

Son tiempos para desarrollar nuestra imaginación y rescatar habilidades y conocimientos manuales olvidados. La necesidad de achicar gastos nos ayudará a descartar costosas y volátiles modas pasajeras.

Éstas son algunas sugerencias para reformar nuestra vivienda en tiempos de crisis:

  • Armar un proyecto común a las necesidades de cada uno de los integrantes de la familia con el objetivo de acondicionarla para que todos se sientan bien en ella.

  • Despegarse un poco de los muebles que se fabrican para armar, aparentemente bonitos y modernos pero de mala calidad, ya que no resisten el uso familiar intensivo. Generalmente son pan para hoy y hambre para mañana.

  • Rescatar viejos muebles de la familia o de segunda mano y reciclarlos con lijados, pinturas o tapizados caseros.

  • Volver a los materiales nobles que duran más y dan seguridad y apoyo. Como por ejemplo hacer estanterías caseras o reformas en la cocina con tablones de madera.

  • Reutilizar viejas telas escondidas en nuestras casas, para hacer almohadones, centros de mesa u otros detalles que den toques de color a la casa.

  • Hacer objetos útiles reciclando viejas cajas, paneras, botellas u otros que suelen encontrarse al hurgar entre esos objetos descartados que se acumulan en todas las casas.

  • Y no olvidarse del color. Pintar paredes y muebles es una actividad en la que pueden participar todos, aunque sea sin la perfección que lograría un profesional. El color renueva la calidad de los espacios y puede aportar luz, alegría, tranquilidad, lo que ustedes necesiten en este momento. Para más información ver: https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/06/16/los-colores-y-la-armonia-en-nuestra-vivienda/

 

 

 

 

 

El año que comienza es un buen motor para comenzar nuevos proyectos y, con creatividad, imaginación y colaboración de todo el grupo familiar, podremos rearmar lugares y espacios que nos representen, acordes a nuestras necesidades actuales, y que nos ayuden a que nuestra vida fluya armónicamente.

Libertad en la casa de los niños pequeños


Nuestro bebé comienza a caminar, nos alegra tanto verle dar sus primeros pasos, una gran emoción nos invade. A medida que se afirman sus pasos se interesa cada día más por todo lo que lo rodea, cada día adquiere más rapidez en sus movimientos. Primero recorre sólo los cuartos y luego lo investiga todo. No hay nada en la casa que sus manitas inquietas no quieran tocar, sentir, llevarse a la boca.

Es el momento del gran dilema. ¿Qué hacer con esta casa montada para que dos adultos vivan confortablemente? Los peligros acechan por todas partes: mesas bajas con ángulos vivos que pueden dañarlo, objetos pequeños que puede tragar, tomacorrientes peligrosísimos que esos hermosos deditos quieren explorar. Una alternativa posible es transformar la casa para que todos podamos desplazarnos en ella con libertad.

Esto fue lo que hicimos cuando nació nuestra primera hija, lo cual nos facilitó mucho la convivencia. Menos «no esto» y «no aquello», menos dolores de espalda de tanto correr tras el niño y levantarlo a cada rato, menos golpes y accidentes, más posibilidades de juego e investigación.

Una posibilidad es eliminar los peligros hasta la altura a la que llegan sus manos, subir los objetos potencialmente dañinos o que no queremos que alcancen. Este cambio sólo sirve hasta que aprende a subirse a las sillas, pero para entonces ya será más grande y resultará más fácil convencerlo de que hay cosas que no puede o no le conviene tocar.

Llegar a trabajar o cocinar de nuevo con tranquilidad lleva tiempo, aprender a entretener al niño en la cocina o en nuestro lugar de trabajo para que podamos dejar de controlarlo minuto a minuto es un objetivo que aunque nos mueva a realizar cambios en nuestra casa vale la pena alcanzar.

A esta edad a los niños les gusta sacar y poner objetos, y si no son sus juguetes mejor aún. La cocina es para ellos un mundo fascinante, con puertas que se abren y revelan una infinidad de objetos de tamaños y colores diferentes, cajones que al abrirse muestran cosas desconocidas de formas y tamaños variados.

Podemos optar por una solución intermedia: que puedan acceder libremente a las partes más bajas de los muebles y reservarnos las zonas más altas. Si ponemos a su alcance lo menos peligroso e interesante a la vez, entregarles esa zona como la suya, su interés por explorar más arriba decrecerá. ¿Y qué reservar para su zona? Pues cacerolas viejas, cuencos, cajas y botellas de plástico, objetos de madera torneada… Objetos que puedan manipular a su gusto sin lastimarse ni romper nada, meterlos y sacarlos de esos cajones y estantes bajos que al poco tiempo serán su lugar de juego, un mundo de maravilla.

Mi hija disfrutaba mucho en la cocina mientras cocinaba, compartíamos el espacio y era su alegría tener acceso y usar objetos que los adultos usan cotidianamente.

Para terminar, les ruego que no olviden el peligro de los muebles con aristas o ángulos filosos. Las mesas se pueden tapar con manteles, si son de vidrio mejor guardarlas hasta que crezcan o cubrirlas con lienzos bien gruesos.

Y con la casa transformada, a disfrutar todos de esos momentos maravillosos en el que el mundo se abre a los ojos del niño. Deseando que ese espíritu investigador lo conserven toda la vida. Y, quizá, que nosotros mirándolos también volvamos a tenerlo.

Los colores y la armonía en nuestra vivienda

  

El mundo es de colores, donde hay luz, hay color. Para vivir armoniosamente en nuestra vivienda, un buen paso es observar cómo utilizamos los colores, cuáles son los dominantes, cuáles preferimos, y si sentimos los ambientes muy fríos o excesivamente cálidos.

El Feng Shui relaciona los cinco elementos (agua, madera, fuego, aire, tierra) con colores representativos; el estudio de su aplicación es fundamental para armonizar los espacios. La psicología del color y su aplicación en cromoterapia han ampliado la visión que se tenía sobre el uso del color en la arquitectura, conocimiento que hoy se aplica tanto en edificios comerciales como en hospitales para obtener respuestas específicas de las personas que estén en ellos.

Todos experimentamos una reacción física y emocional ante la sensación que nos produce un color: frío, calor, bienestar u opresión. Aunque estas determinaciones pueden ser subjetivas, investigaciones realizadas han demostrado que son corrientes en la mayoría de las personas y están determinadas por reacciones inconscientes y también por asociaciones relacionadas con la naturaleza.

Tales sensaciones están asociadas también a las connotaciones sociales que les adjudica la cultura a la cual pertenecemos. Por ejemplo: el blanco simboliza la muerte en algunos países orientales; para la cultura occidental, es luz y pureza.

Los colores elementales son los tres primarios, los tres secundarios que resultan de combinar dos primarios, más los dos colores acromáticos, el blanco, combinación de los tres primarios, (síntesis aditiva: colores luz) y el negro, la ausencia de los tres. De los primarios se obtienen la totalidad de los colores divididos en dos grandes grupos, los fríos (azules, verdes y violetas) y los cálidos (amarillos, rojos y anaranjados).

En el mundo están presentes todos los colores, y las sensaciones de placer o desagrado están relacionadas con la preponderancia de unos sobre otros, la intensidad de los mismos y si son o no adecuados para los espacios donde se encuentran.

Mirar un paisaje rural, un bosque, una cascada, un parque, es un placer visual, nos tranquiliza y armoniza. Generalmente predominan variedad de verdes con toques de otros colores, el azul del agua y del cielo, los múltiples colores de las flores, los marrones de las tierras. A los colores vivos no los encontraremos en grandes áreas, sólo como acentos o pequeñas toques de animación.

 Veamos como llevar esa armonía a nuestras casas.

  • Poner atención en los grandes planos de color, paredes y pisos.

Las paredes son la base donde se apoyarán muebles y elementos accesorios y decorativos. Sus colores son los más fáciles de cambiar. Un muro con mucha presencia debido a un color intenso, puede absorber al resto. Es esencial cuidar la intensidad de los colores que usemos. Por lo general es preferible darles a las paredes colores pastel o neutros, para luego agregar tonos intensos en áreas menores y donde sea preciso.

Observemos que el color utilizado en los pisos sea un buen sostén. Si tiene demasiada presencia –un rojo intenso por ejemplo puede desequilibrar al conjunto. También podemos restarle intensidad a los otros colores utilizados como en el caso de tener un piso gris. Un piso gris, en cambio, puede restarles intensidad a los demás colores. Los colores tierra, o la madera, son un buen apoyo para sostener al conjunto.

  • Ver cuales son los colores que queremos conservar: los de los muebles y cortinas, por ejemplo.
  • Tener en cuenta la luminosidad de los espacios. El color y su intensidad serán distintos para un cuarto con poca luz natural o uno muy luminoso.
  • Tener en cuenta las características emocionales de cada miembro de la familia. Las personas nerviosas, hiperactivas, dispersas o excitables deberían evitar colores demasiado cálidos (rojos, amarillos, anaranjados o muy chillones). Les conviene usar colores neutros y suaves que serenan y tranquilizan. Una persona tímida, apática o con tendencias depresivas no debería vivir entre colores muy fríos (negro, azul oscuro) o grises. Será mejor que utilice colores cálidos y luminosos.
  • Ver el uso que tiene cada espacio de la casa, algunos colores se adecúan más que otros a la actividad que realicemos.

Los colores ideales para el descanso y la relajación son los suaves: azules pastel, rosados, lilas claros…

En el comedor no conviene abusar de colores chillones. El anaranjado, que estimula el apetito, debería utilizarse en pequeñas proporciones sobre colores cremosos o amarillos suaves.

En la cocina pueden utilizarse tonos tierra (ocres, teja, beiges y otros), evitando la frialdad que no estimula el placer de cocinar.

En un recibidor pueden utilizarse colores claros, luminosos, alegres que inviten a entrar con buen ánimo.

En la estancia, espacio de distensión y encuentro colectivo, podemos recrear en parte los colores de los espacios naturales con verdes claros y notas de otro color.

  • Y tener mucho en cuenta el gusto personal. No utilizar colores que no les gusten aunque estén de moda o se los recomiende el experto en Feng Shui.

No olvidemos que así como en el mundo están todos los colores. En cada estancia de nuestra casa también deberían estar, aunque sea en pequeñas cantidades, para que no se pierda el equilibrio del conjunto.

Habitar nuestro cuerpo, habitar nuestra casa

          

 

Habitar nuestro cuerpo, habitar nuestra casa

Cuando más escuchamos a nuestro cuerpo es cuando nos duele, nos molesta.

De nuestros pies, tan lejos de la cabeza, reina y señora de nuestra existencia, tenemos pocos registros. No sabemos cómo los usamos, si caminamos apoyándolos con firmeza como volando casi sin tocar el suelo, si avanzamos sin problemas o tropezamos a cada instante. Los pies son los que nos sostienen en nuestro andar por el mundo. ¡Necesitan nuestra atención, que los mimemos y cuidemos!

Para tomar conciencia sobre como está nuestro cuerpo, sus movimientos, sus músculos y articulaciones, un buen punto de partida es empezar por los pies, los eternos olvidados. Observarlos es también un buen comienzo para percibir cómo circula la energía en nuestro cuerpo. Al abrir el camino de la energía que viene de la tierra podemos ir ocupando nuestro cuerpo, movernos con la energía que circula por él, reconocerlo y disfrutarlo.

Gracias a la difusión de técnicas corporales como el yoga, el chi kung y el feng shui, en Occidente sabemos que tanto en el cuerpo como en el hábitat circula energía. Los expertos saben ver dónde se estanca, o cuándo circula adecuadamente beneficiando la salud y el bienestar de la gente.

Ocupémonos ahora de nuestra casa. Es una extensión material de nuestro cuerpo físico. Nos protege del frío y del calor, nos cobija de las inclemencias del tiempo y de la vida, nos ayuda a desarrollarnos y crecer en este difícil mundo material. En ella vivimos buena parte de nuestra vida y podemos observar tanto nuestros humores como nuestros amores, nuestras desavenencias como nuestra armonía. Nos reflejamos en ella. No es sólo materia estática, necesita respirar, que la mimemos, que la cuidemos. La energía que circula por ella a veces fluye en armonía, otras se estanca, se acelera o circula en espiral.

Envueltos en el hacer cotidiano no escuchamos a nuestro cuerpo, no lo habitamos plenamente. Practicando las variadas técnicas corporales que trabajan con la energía en el cuerpo, podemos reconocer cómo lo beneficia una circulación satisfactoria, podemos llegar a habitarlo con conciencia.

Habitar nuestro cuerpo es el primer paso para, por extensión, reconocer físicamente y sentir como se mueve la energía en nuestra casa.

Los invito, entonces, a que recorran vuestra casa, a moverse con el aire, a mirarla y mirarse, a redescubrirla con el movimiento, a sentirla.

Este camino les ayudará a abrir de otra manera las puertas de vuestra casa, a habitarla y, poco a poco, transformarla para vivir con mayor armonía.

Deshacerse de objetos inútiles en nuestra casa

Los objetos que no usamos ya no nos sirven para crecer

Recibí un e-mail de una amiga con este pedido:

“Necesitaria el Feng Shui para poder minimalizar mi casa. Tengo que deshacerme de cosas que molestan, y me cuesta mucho. Es un trabajo mental que me agota!!”

Esta pregunta me la hacen muchas veces y me pareció oportuno subir al blog la respuesta.

“Deshacerse de los objetos inútiles de nuestra casa no es un problema mental sino emocional, por eso cuesta hacerlo. A mi también me cuesta. Es mejor deshacerse de ellos despacio, no a las apuradas como he tenido que hacerlo en cada mudanza. Empezar de a poco, por una pequeña zona, concéntrate en cada elemento y fíjate cuanto usas cada objeto, frecuencia de uso, cariño, quien te lo regaló y si hace mucho que no utilizas nada de ese lugar piensa a quien le puede ser útil y destina un lugar de la casa para los objetos que quieres regalar”.

A medida que avanza la selección ya el camino está abierto y es más fácil continuarlo. No sólo liberaremos espacio físico en cuartos y armarios sino que también algo resonará en nuestro interior sintiéndonos más ligeros, más libres.

Vivienda y relaciones familiares y sociales

Vivienda y relaciones familiares y sociales

La vivienda es la extensión de nuestro cuerpo. En ella, además de expresarnos y vivir como personas, también interactuamos como seres sociales, ya sea que vivamos en una familia tradicionalmente constituida o la compartamos con otros parientes o amigos.

Si vivimos solos será más fácil verla como una extensión de nuestra piel, ya que no compartiremos espacios en la vida cotidiana..

Existen pocos espacios totalmente privados para el individuo, la vivienda es una extensión de nuestro cuerpo físico, pero su uso generalmente lo compartimos con otros.
En este espacio compartido proyectamos nuestras dificultades y nuestros logros en las relaciones familiares y sociales.                                          

En el reparto y el uso de los espacios podemos observar como interactuan estas relaciones. Su tamaño y ubicación se relacionan directamente al rol que ocupa cada miembro dentro del grupo familiar.

Tradicionalmente, a la mujer se la relegaba a los espacios de servicio (cocina, comedor), mientras que el hombre ocupaba el escritorio, junto a la entrada de la vivienda, en el área de recepción. La sala recepción sólo se usaba para las fiestas o cuando venían parientes o amigos. Los niños funcionaban como elementos circulantes que conectaban el adentro y el afuera, con un uso intensivo de los espacios abiertos, más próximos al área de servicios.

La familia ha cambiado, en muchos casos los roles del hombre y la mujer en el ámbito familiar ya no son los mismos. Se ha modificado también el uso de la vivienda y de algunos de sus espacios. La tipología y tamaño de las nuevas viviendas también es distinta.

Nos resulta más fácil observar cómo ha sido utilizada la vivienda históricamente que ver cómo la usamos ahora, analizar qué espacios usamos individualmente, qué espacios compartimos armoniosamente, qué espacios compartimos con dificultad.

El análisis del uso afectivo y emocional de la vivienda, de los espacios de poder, los espacios no usados y los espacios-problema, de los lugares queridos y los rechazados, nos ayudará a entender un poco más las relaciones existentes en nuestro grupo familiar.

Si en algún sitio de nuestra vivienda nos sentimos incómodos sin saber por qué, si por más bonita que la pongamos con hermosos muebles, si la pintamos y la decoramos muy bien pero sentimos que en ella algo no funciona o nos molesta, tendremos que modificar algo más profundo, tal vez ligado a las relaciones familiares y al uso de los espacios comunes y privados.

Ver nota en http://www.victoriachamo.com/nota05.html

Limpieza y mantenimiento de nuestra vivienda

Limpieza y mantenimiento de nuestra vivienda

Todos los días al levantarnos necesitamos lavarnos, bañarnos, cepillarnos los dientes, eliminar los residuos que deja nuestro cuerpo, las células muertas, la grasitud que creamos. Nuestro cuerpo es materia, y la materia se transforma, parte de ella se degrada permanentemente y nuestro cuerpo necesita limpiarse y mantenerse.

Nuestro hábitat también se degrada, la materia se gasta o se cubre de tierra y residuos propios y ajenos. Nuestra vivienda es la extensión de nuestro cuerpo físico y cuidar y mantener en buen estado nuestro hábitat equivale a cuidarnos y amarnos a nosotros mismos.

Les propongo hacer un recorrido mental por nuestra vivienda, mirando cómo la limpiamos, cómo la mantenemos, si estamos atentos a su necesidad, si respondemos rápidamente a cada deterioro, si queremos mirar lo que ocurre con el paso del tiempo, si enfrentamos rápidamente los arreglos que nuestra casa nos pide a gritos. O si, por el contrario, nos dejamos estar.

Analicemos ahora un día cualquiera de nuestra vida y miremos qué atención le damos a nuestro cuerpo y qué atención le damos a nuestra vivienda. Ambas tareas están permanentemente relacionadas entre si.

Por ejemplo: cocinamos para comer y dar energía a nuestro cuerpo, y luego tenemos que limpiar lo que ensuciamos. Este momento está claro para todos. ¿Pero qué pasa con el resto de la casa? ¿Qué nos pasa si se rompen los caños, hay filtraciones en el techo, la humedad sube por las paredes u ocurre algún otro desperfecto?

Si el desperfecto permanece mucho tiempo, afectará nuestra salud, no sólo por el efecto directo de la humedad en la vivienda, sino por el deterioro físico y emocional que sufrirá nuestro ser como réplica de ese “cuerpo físico ampliado” que es nuestra vivienda.

Arreglar y limpiar diaria o periódicamente nuestra vivienda es el equivalente al cuidado permanente que requiere nuestra persona.

Ocuparnos personalmente de nuestra casa nos ayuda a apropiarnos de nuestro cuerpo físico y de su necesidad. Los especialistas recomiendan, en momentos de gran confusión emocional, limpiar y ordenar nuestra vivienda, ordenar y limpiar nuestro cuarto. Deshacernos de las cosas inútiles y viejas puede traer tranquilidad a nuestra mente y a nuestro espíritu.

Ver nota  en http://www.victoriachamo.com/nota02.html

Percepción de la energía por los niños pequeños

Percepción de la energía por los niños pequeños

Los niños pequeños son muy sensibles a las corrientes de energía. Si colocamos su cuna o su cama en un sitio desfavorable se despertará mas asiduamente en la noche, estará más intranquilo.

Cuanto más pequeño es el niño más receptivo es, si dejamos a un niño moverse libremente en una habitación alfombrada con colchonetas que le permitan encontrar su lugar para dormir seguramente va a elegir el mejor lugar del cuarto, así como lo hacen los perros, grandes detectores de buenos lugares donde se echan a descansar. Los humanos adultos también podríamos tener esta percepción.

A medida que los niños crecen van perdiendo esta capacidad, al socializarse se van pareciendo cada vez más a los adultos.

Es conveniente que los padres al acondicionar la habitación de los niños tengan en cuenta las posibles interferencias o cruces energéticos que puedan afectar al niño volviéndolo irritable o impidiéndole conciliar el sueño placenteramente.

Las habitaciones para los niños en los pisos nuevos condicionan marcadamente la posible ubicación de los muebles. En muchos casos la puerta y la ventana están alineadas y colocar la cama en medio de esta corriente energética es sumamente perjudicial (ver gráfico 1).

Gráfico 1

 

Hay que encontrar un espacio más reparado (ver gráfico 2) en caso de no ser posible a veces podemos colocar algún elemento que desvíe la energía que entra por la puerta y marcar así un espacio protegido

Gráfico 2

Para completar esta información y ver que los niños duerman saludablemente ir al post ya publicado Salud en la habitación de los niños

https://habitarenarmonia.wordpress.com/2011/02/23/salud-en-la-habitacion-de-los-ninos/